La grandeza en lo más pequeño

“María es modelo de fe, caridad y unión con Dios para todos.” 

Es una cita del discurso del Papa Francisco I en la Audiencia General del 23 de Octubre, que estuvo centrado en la figura de María, como Madre de Jesús y en su ejemplo de fe, caridad y unión con Dios.

¿Por qué empiezo así? Tal vez para captar tu atención, tal vez para que sientas la necesidad de leer un poco más y descubras lo que se esconde tras estas letras…, o tal vez porque hace tiempo empecé a darme cuenta de esto que el Papa quiso transmitirnos, sólo que en un momento, un lugar y unas circunstancias realmente insospechadas.

Nada sucede por casualidad. Todo tiene una razón, una causa, un porqué que puede que no lleguemos a comprender en un principio, aunque tarde o temprano descubrimos su origen, quién o quiénes están detrás, que el momento para que algo suceda no es el que queremos nosotros, sino el que está mandado.

Fe, caridad, unión y una Madre que es el centro de la vida de sus hijos así como el de un barrio entero. Sólo hace falta acercarse a su gente para comprobar que esos valores impregnan los corazones de cada uno de ellos, de los hermanos, de la Junta, de los jóvenes, de las mujeres, auténticas madres de esta familia, esta fraternidad.

Una Reina ‘pequeñita’, una Reina morena, una Reina de lejos, la Reina de Andújar, del cabezo…, la Reina de Picadueñas. Ella la razón, la causa, el porqué, el origen, quien está detrás, la que sabe qué nos conviene y cuándo. Ella es el modelo de su gente, Ella es quien nos enseña que “para ser grande, hay que reconocerse pequeño”. De Ella emana todo el rico aroma familiar y entrañable que se respira al pisar el interior de su Parroquia…, y el día 9 es su día.

Saldrá a la calle a mostrarse tal y como es, Madre de los hombres, de Jerez,  pisará por primera vez la calle de su ángel más dulce, servicial y cumplidor, volverá a subir su particular Cabezo, dejará que las oraciones echas cante la lleven camino del corazón de todos, saludará (desde su pequeñez) a la morena de Jerez, a su misma Merced, se adentrará en el barrio más antiguo de la ciudad pues a Ella pertenece el corazón del pueblo, el barrio la acompañará allá donde vaya, se volcará con su Madre, su faro, su guía, volverá a ofrecerle a Ella (y a todos) todo lo que tiene, sin esperar recibir nada a cambio, sólo a Ella…, y Ella se lo dará, y regresará a su Casa, donde siempre tu visita y la mía, el año entero. 

Pues si algo añora la Virgen de la Cabeza es que sus hijos descubran su esencia, descubran su amor, su ternura, como es realmente…, y que por mucho que no comprendamos lo que sucede, siempre nos prepara lo mejor en el camino que nos espera.

Sólo hay una, y es Ella…, nuestra Morena… Mi Morena.

“La grandeza de una persona consiste en saber reconocer su propia pequeñez”, Blaise Pascal.

José Luis Montes Letrán

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