Historia

APARICIÓN

Cuenta la tradición oral que ha llegado a nosotros (y decimos tradición que no historia) que San Eufrasio, uno de los siete varones, evangelizando tierras españolas, trae consigo una pequeña imagen de la Virgen, depositándose dicha talla en uno de los Templos de la ciudad de Andújar. Con la invasión musulmana, las imágenes de los templos eran escondidas para que no fueran profanadas. Se dice que esta imagen en cuestión, fue escondida en un monte apartado del resto de los montes de Sierra Morena. Pasado el tiempo y cuando Andújar ya es fernandina, un pastor cuentan que  natural de Colomera y vecino de Arjona, apacentaba su ganado, cabras y ovejas, en las alturas de Sierra Morena junto al monte llamado “Cabezo” o “Cabezón”. Era cristiano sencillo y fervoroso, quizá algo entrado en años y estaba aquejado de una paralización total del brazo izquierdo.

Empezaron a llamar su atención las luminarias que divisaba por las noches sobre el monte cercano donde tenía su hato y a las que se sumaba el tañido de una campana. Una noche de aquellas, finalmente, quiso salir de duda y subió hasta la cumbre. Era la noche, ya madrugada del 11 al 12 de agosto del año 1.227 de la era de Nuestro Salvador.

A su natural temor sucedió una expresión de asombro y gozo, porque en el hueco formado por dos enormes bloques de granito, encontró una imagen pequeña de la Virgen, ante cuya presencia se arrodilló el pastor y oró en voz alta entablando un diálogo con la Señora.

La Santísima Virgen le expresó su deseo de que allí se levantara un templo, enviándolo a la ciudad, para que anunciara el acontecimiento y mostrara a todos la recuperación del movimiento en su brazo y de esta forma, dieran crédito a sus palabras. Bajó a Andújar y anunció el suceso que no tuvieron más remedio que creer ante el testimonio de su brazo curado.

Las autoridades decidieron que el pueblo la venerase en la ciudad y en varias ocasiones desapareció para aparecer en dicho cerro. Por eso, allí en la cima un grupo reunido en su nombre construyó una ermita. 


ROMERÍA

De la leyenda pasamos a la historia y es que sea como fuese la leyenda en el siglo XIII en la ciudad de Andújar ya se veneraba a María, Señora del Cabezo, “María de la Cabeza”. Y  que en pocos años se constituye una Cofradía en torno a esta devoción para dar culto y llevar a cabo una peregrinación (romería) que  por su lugar estratégico (plena Sierra Morena frontera entre Andalucía y Castilla -La Mancha) comienza desde muy pronto a recibir vecinos de poblaciones cercanas tanto andaluzas como manchegas. A lo largo de los siglos irá tomando auge e importancia llegando su devoción a muchos lugares de España y de América. Citada y elogiada por grandes escritores y cronistas a lo largo de la historia.

Saltamos a la actualidad . ¿Cómo se vive hoy la romería? 

Un abril que se hace eterno, un sentimiento romero diario (y cuando terminen de leer entenderán a lo que nos referimos) Sin duda hace a abril más abril, constituye una impresionante manifestación de fervor mariano, adornada con el colorido de los estandartes, banderas y trajes de cada una de las Cofradías que vienen de toda España.
La eclosión floral de la primavera sirve de marco al ir y venir por los caminos de la sierra. Los romeros a pie, caballo, en mulos o en carretas por el camino viejo o en vehículos por la carretera, manifiestan una expansión festiva, pero de honda y sincera devoción, haciendo de la convivencia su mejor forma de oración a lo largo de los siglos.

Andújar se prepara con el sonar de los cohetes y banderas de su Cofradía que se echa a la calle para anunciar que llega ese último domingo de abril, dos domingos antes. (Convite de banderas) Así lo hace por todas las parroquias de la ciudad y las distintas pedanías (bellos momentos pre-romeros para los que sueñan con abril). En esos días tendrá lugar el pregón.

Andújar se viste de fiesta en sus calles y plazas. La Plaza de España o “mercao” se hace oración en forma de sevillanas (Exhibición de Sevillanas las tardes del lunes, martes y miércoles).   

Esa misma plaza, y ante el Ayuntamiento, será testigo de otra forma más de quererla y rezarle, esta vez con flores. En la tarde del jueves tiene lugar la multitudinaria ofrenda de flores. Un altar donde Ella (la imagen de la ermita) es la protagonista rodeada de sus banderas y centros. Instituciones, peñas, asociaciones, colegios, academias de baile, cofradías filiales, vecinos,… un pueblo que se echa a la calle. 

Al día siguiente (viernes de romería) tendrá lugar la tradicional recepción  en Andújar de las Cofradías filiales.  La Real e Ilustre  Cofradía Matriz de Andújar en corporación y junto al alcalde de la ciudad recibe en los jardines de Colón a todos aquellos que al día siguiente han de subir al Santuario, para darle la más cordial bienvenida. Haciendo su cofradía de anfitriona y guiando al resto hasta la ermita y la plaza de España donde se entonará una salve.

La mañana del sábado,  madruga el día que no quiere perderse el transitar de la caballería y carretas por las calles de la ciudad. Desfile de la Cofradía Matriz por las calles de la ciudad, tras la misa de despedida y con la que podemos decir que comienza oficialmente la romería en sí. Un gran número de jinetes, amazonas y parejas a la grupa, sin olvidar los mulos enjaezados y las jamugas. Las carretas salieron delante. 

Andújar en Hermandad que se dirige a su casa en el Cerro. El ambiente festivo de la salida se mantiene a lo largo del trayecto que lleva hasta la ermita de San Ginés, primera parada del día, para continuar hasta "Lugar Nuevo",  junto al río Jándula, donde se almorzará para después continuar el camino hacia la Basílica- Santuario. Allí convergen caballerías, carretas y peregrinos.

Al llegar al Santuario las Cofradías se suceden en su presentación ante la Imagen. Durante toda la noche en el camarín se susurra una entrañable intimidad con la Santísima Virgen. En el templo es masiva la participación en las misas y rosarios que se celebran por parte de la Comunidad de PP Trinitario.  Casi llegada la media noche de ese sábado romero, Andújar llega al cerro y se postra en hermandad a sus plantas. Desde que pasa el dintel de su puerta el estandarte junto con las banderas, los vivas se repiten y se vuelven afónicas las gargantas que ya cantar y vitorear más ya no pueden. Y es que un año más se acerca el momento, casi ocho veces centenario, de celebrar que Ella, la Madre del Salvador es también Madre de los romeros.  

La noche entre misas, oraciones, cante y bailes se hace corta. El domingo es el día grande, la culminación de la fiesta, la apoteosis de María en la cima de su sierra. Un altar se eleva en la explanada del Santuario, para que la mayoría de los romeros y peregrinos puedan asistir y participar en la Eucaristía. El volteo de las campanas del templo anuncian, desde la mañana que se acerca el momento más solemne y culminante de la romería, la procesión de la Santísima Virgen de la Cabeza.

A lo largo de la calzada han formado previamente todas las Cofradías, multitud de devotos  se agolpan a  las andas con la Imagen que comienza a recorrer las calzadas del cerro. Dos religiosos situados a ambos lados de la Virgen acercan al manto de la Reina  los niños, prendas y objetos que les entregan los romeros para ser bendecidos.
Momento bello es su paso por la ciudad de las carretas y la calle de las cofradías y Peñas romeras.

Cuando la Imagen vuelve a su camarín, tras cuatro horas de recorrido, comienza un nuevo año para los peregrinos que vuelven a sus lugares de origen, algunos ese mismo día. Los afortunados que pueden quedarse con Ella unas horas más disfrutaran de la vuelta al silencio en la tarde-noche de ese domingo. El lunes las carretas emprenderán su camino de vuelta borrando las huellas de su subida. La caballería de la Matriz también deshace el camino. Es el mismo y no lo es. Primero las carretas y luego los caballos, mulos y jamugas  entran en Andújar contentos de haber podido vivir un año más su romería. Ante la Imagen de la Virgen de la Cabeza de la ermita una salve que pone fin a dicha romería y comienzo de la siguiente. 

Lágrimas emocionadas, un corazón lleno de vivencias y fraternidad, de SENTIMIENTO ROMERO será el que haga más corto el año hasta llegar de nuevo abril.  (Hay que decir que durante todo el año tanto la Matriz como las Cofradías filiales tienen cultos en sus respectivos lugares y en la Basílica, además también las peñas romeras tienen su calendario de actos religiosos, culturales y lúdicos).   

¡¡ Viva la Virgen de la Cabeza!!
Y ¡¡ Vivan sus cofradías!!

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